Pelicula de lunes (En el nombre de Dios)
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Reseña: Es innegable que un gran número de atrocidades a lo largo de la historia se han cometido en nombre de alguna deidad, o han tenido un fuerte trasfondo religioso. Las más populares son las que ofrecen gran espectáculo visual, como Las Cruzadas, o los ataques a las Torres Gemelas en Nueva York. Pero igualmente horribles son las atrocidades más íntimas, de las que casi nadie se entera.
La película "En el Nombre de Dios" trata de una de estas situaciones que se han mantenido al margen del conocimiento público durante muchos años; en ella se narra la vida de un grupo de muchachas prisioneras de un "convento", donde se recluía a mujeres que habían supuestamente deshonrado a sus familias. Así conocemos a Rose (Dorothy Duffy), Bernardette (Nora-Jane Noone) y Margaret (Anne-Marie Duff), depositadas ahí por sus reales o imaginarias faltas a la moral (por ejemplo, parecería que el "pecado" de Bernardette es ser guapa). En este lugar las mujeres (de todas las edades, pues algunas llevan ahí décadas) son obligadas a trabajar incansablemente en la enorme lavandería, para "limpiar sus pecados y hacer penitencia", pero en realidad están contribuyendo en forma gratuita al lucrativo negocio de lavandería que administra la Hermana Bridget (Geraldine McEwan). Así pasan su vida las muchachas, viendo las tragedias que las rodean (como la de la pobre Crispina) y buscando un modo de escapar. Tal vez lo logren y tal vez no, pero el reto principal será mantener la cordura y el espíritu en este devastador lugar.
Esta excelente película se hubiera podido convertir en una tragedia barata, pero el director (ex-actor, por cierto) Peter Mullan ha logrado un espectacular logro, al mantener un tono sobrio en el que el drama se manifiesta naturalmente, sin forzar las emociones. Ciertamente se muestran situaciones trágicas y muy lamentables, pero Mullan controla perfectamente la película para evitar que salga de control y caiga en la categoría de lagrimoso melodrama.
Gran parte de este éxito recae en las actrices, que aunque son desconocidas y probablemente novatas, entregan actuaciones perfectas, tanto en técnica como en tono. Sus personalidades están muy bien definidas, y van mucho más allá de ser meras víctimas; pero tampoco son heroínas irrompibles. Sencillamente son mujeres en una horrible situación, empleando gran fortaleza de espíritu para mantener un saludable (para ellas, no para las monjas) nivel de rebeldía y descontento.
El que la cinta esté basada en hechos reales incrementa el impacto emocional y subraya las injusticias que comúnmente se cometen en nombre de la religión. Mullan no acusa a nadie, pero no hace falta que lo haga. El excesivo celo religioso y moral son los tácitos villanos, y esta valiente cinta deja que el público llegue a esa conclusión.
Definitivamente recomendable, "En el Nombre de Dios" junta una poderosa historia con una firme dirección y maravillosas actuaciones. Además, sirve como perfecto antídoto para el vacuo y olvidable cine de verano.
Vamos a cenar tacos esta noche, así que vayan pensando que van a pedir